Menos trabajo y más tiempo libre: muchas personas anhelan una semana de cuatro días. Mientras en algunos países ya hay proyectos piloto, otros aún se muestran escépticos. ¿Qué habla a favor y qué en contra?
Varios países europeos han realizado ya fases de prueba de la jornada laboral de cuatro días en los últimos años. España, por ejemplo, hará esta primavera una fase de prueba con pequeñas y medianas empresas. El 30% de los empleados de esas empresas trabajarán casi un 10% menos de horas, pero recibirán su salario completo. Este modelo también ha sido ya probado en países como Islandia, Japón, Nueva Zelanda y Estados Unidos. Pero ¿cuáles son las ventajas y desventajas de una jornada laboral de cuatro días?
Los pros de una jornada laboral de cuatro días:
Menos estrés y menos enfermedades
Un estudio británico mostró que los empleados que trabajaban cuatro días estaban menos estresados y tenían menos riesgo a padecer enfermedades mentales, como un burnout. La ansiedad, la fatiga y el insomnio también disminuyeron durante el período del estudio.
Al mismo tiempo, los empleados afirmaron enfermarse menos. Según la psicóloga Hannah Schade, del Instituto de Investigación Laboral de la Universidad Técnica de Dortmund, tener suficiente tiempo para recuperarse ayuda a que las personas se enfermen con menos frecuencia.
Más igualdad y menos escasez de trabajadores
En una entrevista con DW, la psicóloga Schade resaltó que el estudió británico también reveló que los hombres que trabajan cuatro días a la semana se involucraron más en trabajos domésticos, como el cuidado de sus propios hijos.
A esto, Bernd Fitzenberger, director del Instituto de Investigación sobre el Empleo, añade que este modelo podría ayudar a combatir la escasez de trabajadores. «Hace más atractivos los puestos de trabajo, aumenta el número de solicitantes para áreas en las que las empresas buscan desesperadamente empleados». Las familias podrían conciliar más fácilmente el trabajo y el cuidado de los hijos, y las mujeres, que a menudo siguen dejando su carrera en un segundo plano, podrían reincorporarse más fácilmente al trabajo a tiempo completo.
Empresas más atractivas para los futuros trabajadores
«Toda empresa tiene una ventaja competitiva si ofrece la semana de cuatro días», afirma Schade. Sin embargo, no es el modelo con el mismo número de horas lo que hace atractivas a las empresas, sino una reducción real del horario. «A cambio, la gente también está dispuesta a aguantar otras cosas», dice Schade.
Los contras de una jornada laboral de cuatro días:
¿Quizá también más estrés?
Según el economista Fitzenberger, una desventaja del modelo es que hay que hacer más en menos tiempo, lo que también podría provocar más estrés. En Bélgica, por ejemplo, los empleados siguen trabajando 40 horas semanales, pero repartidas en cuatro días. También pueden reducir su jornada en horas, pero en este caso también ganarían menos.
Preocupación por la productividad y competitividad
Los empresarios también se muestran escépticos ante la semana de cuatro días. Según Holger Schäfer, economista del Instituto de Economía Alemana de Colonia (IW), no está claro en absoluto cómo podría medirse la productividad.
Por otro lado, en Alemania el Partido Demócrata Liberal (FDP) ha mostrado preocupación por la competitividad en la industria: «En vista de la flagrante escasez de trabajadores cualificados, la propuesta de una semana de cuatro días es incomprensible», declaró el jefe del grupo parlamentario Christian Dürr, a los periódicos de Funke Mediengruppe.
No es aplicable a todos los sectores
«Se convierte en un reto para los sectores en los que hay que prestar servicios en el aquí y ahora, en donde hay horarios fijos para los clientes, para las personas a las que se atiende», explica Fitzenberger. En la asistencia, los servicios de seguridad o las empresas de transporte, la semana de cuatro días es más difícil de implementar que en otras áreas. «Si aplicáramos una normativa rígida que afectara a todos los sectores por igual, eso podría afectar a la competitividad».
Fuente (DW)