Aunque la tristeza se relaciona con lo negativo, se sorprenderá al saber la manera en que genera placer.
Disfrutar de la música es algo común y universal. Cada persona puede elegir los géneros que más satisfagan su sentido auditivo. Pero muchos tienen algo en común: el escuchar melodías tristes, lo cual no necesariamente está relacionado con una sensación negativa o depresión, sino con un placer estético.
Un estudio publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos indica que, aunque la tristeza suele considerarse una emoción negativa, como una respuesta a situaciones adversas, la psicología ha demostrado que también se asocia con cierto grado de placer, y la música es muestra de ello.
Según una investigación, aquellos que disfrutan de escuchar música triste buscan evocar sentimientos de nostalgia sin vivirlos como amenazantes, lo que les genera una sensación placentera e, incluso, beneficiosa en términos psicológicos, ya que les permite regular su estado de ánimo y reflexionar acerca de situaciones pasadas.
A esto se le conoce como la paradoja de la tragedia, es decir, la idea de que los humanos se esfuerzan por minimizar la tristeza en sus vidas, pero llegan a encontrarla placentera en un contexto estético.
Y es que mediante el arte las personas pueden experimentar rápidamente emociones negativas y salir de ellas con un resultado beneficioso, conocido como catarsis.
Por supuesto, para que este fenómeno se presente, deben existir ciertas condiciones. Al final, todo depende no solo del tipo de música que se escuche sino del estado de ánimo y el contexto social. Si cree que puede tener un problema de depresión consulte con un especialista.

Investigadores descubrieron la paradoja de disfrutar de la música triste. Foto:iStock
6 sentimientos que despierta la música triste y solemos disfrutar
Ya se mencionó que, de acuerdo con una investigación, escuchar música triste llega a generar placer debido a que permite experimentar una sensación negativa sin llegar a ser amenazante.
Además de lo anterior, un artículo publicado en Psychology Today, encontró que la música triste logra seis efectos positivos:
- Nostalgia. Recordar experiencias significativas pasadas.
- Emoción indirecta. Ayuda a canalizar la frustración o purgar emociones negativas.
- Genera prolactina. Crea una respuesta compensatoria mediante la liberación de esta hormona.
- Empatía. Permite comprender y sentir lo que otra persona experimenta.
- Regula el estado de ánimo. Permite desconectarse de situaciones estresantes y concentrarse en la belleza de la música, dando voz a sentimientos o experiencias que no se pueden expresar de otra manera.
- Brinda compañía y consuelo. La música triste sirve como una especie de amigo imaginario que brinda apoyo y empatía en determinadas situaciones.
FUENTE / EL TIEMPO
