Este jueves se confirmó el fallecimiento de la reina Isabel II, a los 96 años.
Este jueves 8 de septiembre se confirmó el fallecimiento de la reina Isabel II a los 96 años. En la mañana de este jueves se había informado que los médicos de la reina estaban “preocupados” por su estado de salud.
La salud de la monarca, quien experimentaba “problemas de movilidad” desde tiempo atrás, empeoró tras recibir en Balmoral a Boris Johnson.
Tras su fallecimiento se activó la Operación Puente de Londres (Operation London Bridge), que es el nombre clave de los pasos a seguir en las próximas horas y días. Desde el palacio donde ella se encuentre, se debía llamar inmediatamente a la oficina del primer ministro, en este caso sería a la ministra Elizabeth Truss, con una única clave: “London bridge is down” (“El puente de Londres ha caído”).
A partir de ese momento, se activan una serie de indicaciones, determinadas desde la década del 60, para encadenar a los organismos del Gobierno británico para preparar no solamente los días de duelo, sino todo el procedimiento para la sucesión de la corona en cuanto a las ceremonias que acompañarían la despedida de la monarca y la llegada de un nuevo rey.
Posteriormente, serán informados los principales funcionarios del Ejecutivo.
Los encargados de anunciar públicamente el fallecimiento fueron la cadena BBC y la agencia Press Association.
Durante las primeras horas tras la noticia, la ministra Truss debe hacer una declaración pública, mientras que se publicará un corto comunicado en la página web y redes sociales oficiales de la familia real, que cambiarán a piezas negras.
El príncipe Carlos, directo heredero al trono y, por tanto, el futuro rey, sostendría una audiencia con la primera ministra y ofrecería un discurso televisado.
Fuente (La W)