La orquesta de salsa más famosa de Bogotá cumple 18 años y los celebra con una colección de canciones que ha venido lanzando a su manera: una en cada mes del año.
El lanzamiento del nuevo disco de la orquesta de salsa La-33, hace unas semanas en Bogotá, fue uno de los conciertos más emotivos de su carrera. Se arriesgaron abriendo el espectáculo con un estreno, Si tú quieres salsa, que le da título al nuevo proyecto. Luego fueron intercalando las canciones nuevas con los éxitos infaltables: La pantera mambo en la primera mitad, y Soledad para el cierre. La energía que circuló entre el escenario y la platea fue constante, y la impresión final es que esas canciones recientes retoman, como hace tiempo no pasaba, el espíritu del primer disco.
A punto de cumplir dos décadas de actividades, La-33 ha sabido adaptarse a las nuevas formas de circulación de la música. Las canciones de su nuevo disco fueron lanzadas en las plataformas a razón de una por mes y, al completar las seis primeras, declararon terminado el “lado A”. Se trata de un concepto que implica que vendrán otras seis canciones de aquí a diciembre, si bien hay coleccionistas que esperan, en verdad, un disco de vinilo.
Por otro lado, la orquesta funciona cada vez más como una especie de taller comunitario, en el cual todos sus integrantes pueden aportar composiciones, arreglos, letras, pregones e ideas en general. Así, por ejemplo, la canción Majadera surgió de una colaboración entre el percusionista Diego Sánchez y el melómano caleño Wilmer Vallejo, y se fue desarrollando a través de mensajes de WhatsApp.
En otros casos, antiguos integrantes de la orquesta fueron invitados a revivir viejos tiempos. Sucedió con Edgardo ‘el Guajiro’ Garcés, quien fue vocalista de la orquesta durante un par de años. El ahora líder de la agrupación, Ghetto Kumbé, atendió a la invitación del director de La-33, Sergio Mejía, para componer un tema. Y el resultado es Dime por qué será, una evocación amorosa con cielo nocturno y luna llena, que recuerda las grabaciones más inspiradas de intérpretes clásicos como Bienvenido Granda.
Pero quizá la mayor sorpresa es Nociva, compuesta por el cantante Guillermo Celis, y con arreglos del saxofonista Adalber Gaviria y el trompetista Roland Nieto. La composición es un comentario certero sobre las relaciones disfuncionales y una invitación a zafarse de las dependencias. Cuando le preguntaron a Celis por el mensaje de su canción, reflexionó: “Es importante saber que el amor se puede confundir con muchas variantes: la dependencia, la conveniencia, el miedo a la soledad”. No siempre la salsa se topa así con la psicología.
El primer álbum de La-33, que ya se ve lejano (2004), inició un camino fructífero y estableció ese sonido que la revista Songlines definió con vehemencia: “Una expansión de vientos, percusión, piano y voces que les hace giros frescos a géneros como el bugalú, el mambo y la salsa”. Luego vinieron otras exploraciones: Gózalo (2007) los acercó como nunca al latin jazz, y Caliente (2016) los mostró capaces de asumir una estética retro, con sus versiones de viejos temas de Jimi Hendrix o de Los Toreros Muertos.
Todas esas digresiones son válidas y comprensibles en una trayectoria artística. Sin embargo, en todo este tiempo sus oyentes esperaban el momento en que aquellas influencias fueran recogidas y realimentaran el sonido original. El momento es este, el de su álbum Si tú quieres salsa. Y eso que, como comentaba una chica entusiasta a la salida del concierto de lanzamiento, “Esto es apenas el lado A”.
(Fuente: Semana)
