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Asier Unciti, el científico español que ha creado un fármaco contra el cáncer: «Podría llegar al mercado en dos años»

Asier Unciti-Broceta apenas puede creer la ingente cantidad de entrevistas que ha concedido en los últimos días. Lo hace a través de Skype, Zoom o Teams, porque vive en Edimburgo y no tiene smartphone ni WhatsApp. Bombardeado por la prensa, confiesa que anteriormente había hablado para algunos medios de Campo de Gibraltar, su tierra, pero nunca con una repercusión de estas dimensiones. El revuelo generado no es para menos. Este gaditano ha desarrollado un fármaco que, introducido en una cápsula, puede frenar distintos tipos de cánceres.

Unciti-Broceta nació en la Línea de la Concepción en 1976 y se crio en Algeciras y, al terminar el instituto, se marchó a Granada a estudiar la Licenciatura en Farmacia. Al acabarla, se doctoró en Química Farmacéutica, lo que le ha permitido tener los conocimientos necesarios para participar en prácticamente todas las etapas de diseño de este medicamento. Después se mudó a Escocia y allí fundó en 2010 el Laboratorio de Terapias Innovadoras de la Universidad de Edimburgo, donde se convirtió en catedrático en 2018.

Ahora, después de más de una década de investigación, este linense ha convertido en realidad el sueño por el que lleva años luchando. Tras un esfuerzo ímprobo para persuadir a la industria y a la academia de la efectividad de su compuesto, la empresa Nuvectis Pharma ha cerrado todos los trámites para probar en diferentes estudios clínicos la idoneidad de este medicamento, bautizado como NXP900, y para comercializarlo, llegado el caso.

¿En qué consiste el fármaco? ¿Qué hace y cómo funciona?Inhibe de una forma muy selectiva una proteína que se llama SRC y que está relacionada con el cáncer. Desde hace décadas, se investigan fármacos para inhibirla y se han obtenido varios que lo logran, pero lo hacen de forma deficiente. El nuestro cierra esa proteína, es el primero que lo consigue, y por eso es tan efectivo. Además, al ser muy selectivo, tiene muchos menos efectos secundarios.

¿Qué significa que el fármaco cierra la proteína y qué importancia tiene?Antes de nuestra investigación, ni siquiera se sabía que el hecho de que la proteína estuviera abierta o cerrada era relevante. Cuando está abierta, se une a otras proteínas, las transforma y las transporta dentro de la célula, donde tienen funciones cancerígenas. Nuestro fármaco cierra esta SRC, como si fuera una concha, y evita que esto suceda. Además, esta característica lo hace más tolerable y es posible aumentar la dosis.

 
Lo más importante ahora es que se apruebe, que se demuestre que la terapia funciona en una clase de tumor y después hacer más ensayos para otros

¿En qué tipo de cánceres puede ayudar? ¿Hay alguno en el que resulte más efectivo?Esta proteína es tan malvada que puede estar involucrada en muchísimos tipos de cáncer, como uno de cerebro de niño que se llama meduloblastoma grupo IV, en el de mama triple negativo o ER positivo, en el de próstata… Hay que esperar a los estudios clínicos para ver qué tipo de pacientes reaccionan mejor y saber en qué dirección continuar. Lo más importante ahora es que se apruebe, que se demuestre que la terapia funciona en una clase de tumor y después hacer más ensayos para otros.

¿En qué punto se encuentran ahora los ensayos clínicos? La empresa Nuvectis ha completado ya el paquete de estudios preclínicos toxicológicos del fármaco antes de llevarlo a seres humanos. Ahora estamos haciendo una solicitud de estudio clínico a la FDA americana y a la MHRA británica [encargadas de la regulación de los medicamentos en EE UU y Reino Unido, respectivamente]. La previsión es que acepten y los ensayos comiencen este verano con un número muy pequeño de pacientes, que serán voluntarios. Esta primera etapa es solo para demostrar que no es tóxico, pero quien lo tome puede mejorar y seguir consumiéndolo, y ver si tiene la suerte de curarse

¿Cuáles son los plazos y cuándo podría llegar el fármaco al mercado?Las fases dos y tres dependen de los resultados de la uno. La primera puede durar entre seis y nueve meses y la segunda, un año. Sin embargo, si en esta última se obtienen grandes resultados, es posible realizar un proceso de aceleración, que se llama orphan drug (fármaco huérfano) y se aplica cuando la enfermedad no tiene cura. Como mínimo tardará dos años en llegar al mercado, aunque lo normal deberían ser tres.

 

El fármaco frena el cáncer, pero han visto que, además, activa el sistema inmune de tal forma que puede eliminar el tumor…Exacto. Es una de las cosas que nos pareció más increíble cuando empezamos a verlo en directo en los ensayos con ratones. Sabíamos, por los estudios realizados en cultivos, que lo que hacía el fármaco era frenar el tumor. Sin embargo, observamos que no solo lo paraba, sino que desaparecía, se curaba. ¿Cómo era posible? Comenzamos a investigar y descubrimos que el sistema inmune estaba completamente activado, atacando al propio cáncer. Es algo que todavía tenemos que comprender, pero supone una ventaja con respecto a otros tratamientos, como la quimioterapia.

Como mínimo tardará dos años en llegar al mercado, aunque lo normal deberían ser tres

¿Cómo llegaron a este compuesto?Serendipia buscada. Diseñamos una metodología de investigación en la que no habíamos decidido sobre qué proteína queríamos actuar. Empleamos compuestos que eran potencialmente inhibidores del grupo de proteínas al que pertenece la SRC con células de cáncer de mama. Estas eran las que elegían, porque una formulación mataba más que otra. Acabamos descubriendo un fármaco superpotente contra el cáncer de mama triple negativo y ER positivo y fue después cuando averiguamos cuál era la proteína inhibida.

Les ha costado mucho convencer a la industria y a la academia de que realmente este fármaco merecía la pena…Mucha gente no me creía, pero esto ocurre mucho en la ciencia. Cuando todo el mundo está convencido de que algo funciona y de cómo lo hace, es muy difícil cambiar esa idea. Fue complicado convencer a académicos e incluso a colaboradores nuestros de que, con este compuesto, se conseguía un efecto mucho mayor. Una persona superimportante en el mundo del cáncer, no voy a decir quién, me reconoció: «Asier, tienes razón». Ahí pensé que, si había persuadido a esa eminencia mundial, podía conseguirlo con una farmacéutica.

Y llegó Nuvectis. ¿Cómo recibieron la noticia?Fue increíble. Primero debimos convencerlos nosotros a ellos y después ellos a nosotros. Teníamos que ver si contaban con un plan interesante para sacar nuestro proyecto adelante. He hablado con tantas farmacéuticas y he explicado las propiedades del producto tantas veces por Zoom que no lo puedo contabilizar. Me ha costado muchísimo, el pelo, la salud… pero tenía una pasión muy grande por este compuesto. Al principio, fue casi una intuición de que esto era diferente y, después, lo demostramos. 

¿Y ahora?Nuvectis es una empresa relativamente pequeña, pero, si una compañía de estas dimensiones logra que se apruebe el fármaco, pueden llegar otras mucho mayores a apoyar, a poner el dinero necesario para realizar muchísimos ensayos clínicos más. Astrazeneca, Pfizer, Roche, Novartis… Esas son las que, si se logra el éxito, pueden permitir después que este compuesto alcance su potencial total. 

Fuente (20 Minutos)

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