La música hace parte fundamental en la vida de muchas personas.
Desde la primera experiencia con la música, para algunas personas esta se vuelve fundamental en la vida, pues evoca recuerdos, personas, lugares y emociones.
En la actualidad, algunos profesionales de la medicina, tras algunos estudios pudieron encontrar que la música puede convertirse en un recurso médico sin igual, para tratar enfermedades de la salud mental como la ansiedad, depresión y otros neurológicos como el Alzheimer.
De acuerdo con el neurocientifico Daniel Levitin, quien en su libro ‘I heard there was a secret chord: Music as medicine’, en español. “Escuché que había un acorde secreto: la música como medicina”, la música puede considerarse como una herramienta terapéutica.
Así mismo, Levitin manifiesta que la música no solo tiene incidencia en el sistema auditivo, sino también en el cerebro y en los movimientos físicos, pues las áreas del cerebro responsables de estas funciones, pueden activarse al escuchar melodías.
Porqué bailar no es solo un ejercicio físico

Bailar puede ayudar al cerebro y sus conexiones. Foto:iStock
Según el experto, bailar puede ayudarle al organismo a aumentar los niveles de serotonina, la cual es importante para regular el estado de ánimo.
De igual forma, quienes suelen tocar instrumentos musicales pueden mejorar funciones motoras y de coordinación como la que existe entre los ojos y las manos, fomentando las conexiones neuronales.
Además, los géneros y gustos musicales también tienen incidencia en el organismo, pues, mientras que un ritmo muy fuerte puede estimular la actividad motora y otros estilos que pueden calmar o generar recuerdos y emociones positivas.
Cómo se usa la música como terapia
Estos son algunos casos en los que el neurocientifico recomienda que se aplique la música como terapia:
- Alzheimer: mediante la música, los pacientes con este padecimiento pueden recordar, momentos, lugares y personas que estaban perdidos en su mente.
- Depresión: para aquellos pacientes que quieren darle una interpretación diferente a recuerdos que resultaron traumáticos en su momento, la mísca puede ayudarles a suavizar el impacto emocional.
- Enfermedades del movimiento: la música puede brindarle a las personas con enfermedades como el parkinson, la sincronización de pasos y estabilidad al caminar.
- Afasia o pérdida del habla: para los pacientes que han sufrido algún accidente de tipo cerebrovascular, las terapias con música consisten en volver a cantar o aprender a cantar lo que quieran expresar, ayudándole al cerebro a recuperar el habla y reorganizar el cerebro.
Levitin asegura que tras las recientes evidencias científicas, cada vez más médicos deberían optar porque incluir la ‘musicoterapia’ en sus pacientes, que si bien tiene un enfoque personalizado, los hallazgos han demostrado que tiene un poder único para reconectar el cerebro con las emociones.
FUENTE / EL TIEMPO